El aumento del PIB de EU reflejó principalmente incrementos en el gasto de consumo, cuyo crecimiento fue de 3.7 por ciento a tasa trimestral anualizada.

El PIB de Estados Unidos se moderó al inicio de la segunda mitad del año, pero todavía muestra signos de fortaleza de cara al cierre del 2024.

Durante julio-septiembre, la economía estadounidense tuvo un crecimiento de 2.8 por ciento a tasa trimestral anualizada, por debajo del 3.0 por ciento previsto por el mercado y del periodo previo que también fue de 3.0 por ciento, de acuerdo con la primera revisión de la Oficina de Análisis Económico (BEA).

El aumento del PIB reflejó principalmente incrementos en el gasto de consumo, cuyo crecimiento fue de 3.7 por ciento a tasa trimestral anualizada; las exportaciones, 8.9 por ciento, y el gasto del gobierno federal, 9.7 por ciento.

“El aumento del gasto de los consumidores reflejó aumentos tanto en bienes como en servicios. Dentro de los bienes, los principales contribuyentes fueron otros bienes no duraderos (liderados por medicamentos recetados) y vehículos de motor y repuestos. Dentro de los servicios, los principales contribuyentes fueron la atención de la salud (liderada por servicios ambulatorios), así como los servicios de alimentación y alojamiento”, indicó la BEA.


La moderación del crecimiento se explicó por una desaceleración de la inversión privada, con un avance de apenas 0.3 por ciento a tasa trimestral anualizada, desde el 8.3 por ciento previo, y una mayor disminución de la inversión fija residencial, cuya contracción fue de 5.1 por ciento, más profunda que la de 2.8 por ciento del trimestre anterior.

El pequeño descenso del PIB probablemente se deba a un lastre ligeramente mayor de lo esperado de los volátiles componentes del comercio neto y de los inventarios, explicó Pantheon Macroeconomics.

“Nuestro escenario base es que un deterioro más claro de las cifras de crecimiento y del mercado laboral en los próximos meses animará a la Fed a actuar con más fuerza, pero nuestras previsiones suponen pocos cambios importantes en la política económica tras las elecciones”, añadió Olivel Allen, economista sénior en Pantheon Macroeconomics.

Fuente: El Financiero